PerĂș-Chile: Diplomacia EstratĂ©gica
- Alejandro Deustua
- 24 ene 2011
- 2 Min. de lectura
Aunque la diferencia entre una visita oficial y una de Estado es muchas veces arbitraria, la que acaba de realizar el Presidente del PerĂș a Chile no deja dudas sobre su status: la historia no registraba, hasta hoy, una visita de los presidentes de los tres poderes del Estado peruano al vecino.
Tal es la dimensiĂłn diplomĂĄtica de ese encuentro que correspondiĂł a un objetivo estratĂ©gico compartido: asegurar que la soluciĂłn de la controversia marĂtima sea respetada, reiterar que la agenda gruesa de intereses convergentes no revierta y adelantar algunas grandes iniciativas.
Al respecto la DeclaraciĂłn Conjunta requiriĂł de la reiteraciĂłn de principios que organizan la relaciĂłn peruano-chilena y de la identificaciĂłn de los intereses en nueve capĂtulos.
El enunciado de principios sirviĂł para otorgar consistencia a esa polĂtica vecinal. Entre aquĂ©llos sobresale la menciĂłn al principio de soluciĂłn pacĂfica de controversias. Si es claro que Ă©ste es aplicable especĂficamente al diferendo marĂtimo, su observancia pretende ser tambiĂ©n una garantĂa de seguridad.
Para que ésta ganase en eficiencia quizås se debió enfatizar la disposición de las partes a someterse a lo dispuesto por la Carta de la ONU: quien incumpla puede ser denunciado ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Por lo demĂĄs, pudo incluirse alguna referencia a la reciprocidad en la apertura econĂłmica y a la convergencia (la disminuciĂłn de asimetrĂas estratĂ©gicas no debe ser motivo de fricciĂłn).
En el ĂĄmbito sectorial el capĂtulo de generaciĂłn de confianza es fundamental. Al respecto debe separarse lo viejo de lo nuevo. Y lo viejo indica urgencia de realizaciĂłn de lo ya comprometido (homologaciĂłn de la mediciĂłn del gasto militar, desminado fronterizo y diĂĄlogo institucional).
Lo nuevo, sin embargo estuvo ausente salvo por una propuesta regional de paz y seguridad. Si ésta va ser admisible, ésta no puede dejar de lado los requisitos del balance ni la solidaridad colectiva contra la acción narcoterrorista.
Y si, en el campo de la integraciĂłn, lograr una mejor inserciĂłn en el Asia-PacĂfico de PerĂș, Chile, Colombia y MĂ©xico es central, el consecuente mercado de escala debe orientarse tambiĂ©n a competir mejor con Asia y a mejorar el status global de la ribera latinoamericana de la cuenca.
En el campo de la integraciĂłn fĂsica la DeclaraciĂłn puntualizĂł bien la necesidad de de interconexiĂłn elĂ©ctrica. Pero un programa de cooperaciĂłn en energĂas renovables, incluyendo la nuclear, hubiera atendido mejor las necesidades del sector.
En lo demĂĄs hubo importantes compromisos puntuales (migraciĂłn, cooperaciĂłn judicial y policial antinarcĂłticos, protecciĂłn de recursos) que ilustran una gama de intereses convergentes cuyos campos pueden ser ampliados.
A la luz de su propĂłsito estratĂ©gico y prĂĄctico, la visita de Estado a Chile ha sido un paso adelante en la polĂtica vecinal bajo circunstancias que, sin olvidar las necesidades de equilibrio, obligan a la prevenciĂłn pactada, al adecuado cumplimiento de una sentencia de delimitaciĂłn y a incrementar la interdependencia con el vecino para mejorar la inserciĂłn externa del PerĂș y de la regiĂłn.




