La Referencia BrasileƱa: Contra la Desconfianza, Pacto Social
- Alejandro Deustua
- 18 abr 2011
- 2 Min. de lectura
A pesar de que las elecciones brasileƱas del 2002 registraban como candidato del PT a Luis Inacio Lula da Silva por cuarta vez, su programa antiliberal, la confrontación con el partido que habĆa brindado estabilidad polĆtica y económica a Brasil en un contexto de crisis, pero especialmente su ascenso en las encuestas desató sorpresa, incertidumbre y gran desconfianza económica en ese orden.
Aunque el candidato oficialista era esta vez JosĆ© Serra, nadie olvidaba que fue Fernando Henrique Cardoso āel co-autor de la TeorĆa de la Dependencia de purgada filiación marxista- quien habĆa combatido con Ć©xito el embate inflacionario de 1994 con el Plan Real como ministro de Hacienda y, luego, sorteado la crisis brasileƱa de 1999 como Presidente. En ese proceso el sociólogo estructuralista habĆa abierto y disciplinado la economĆa, promovido la inversión nacional y extranjera y repuesto el prestigio de Brasil como lĆder regional y actor global.
El hecho de que el nuevo status brasileƱo se consolidara en un escenario de crisis financieras sucesivas (la asiĆ”tica de 1994, la rusa de 1998, y la cataclĆsmica crisis argentina de finales del 2001) y en el contexto de la āmedia dĆ©cada perdidaā latinoamericana resaltaba el mĆ©rito de Cardoso.
A pesar de ello, los brasileƱos menos favorecidos por el gobierno de Fernando Enrique pretendĆan votar por uno de los opositores antiliberales mĆ”s radicales. En el proceso el mercado bursĆ”til perdió un tercio de su valor, el real se depreció en 50% y el riesgo paĆs subió sobre los dos mil puntos retroalimentando la opinión de las calificadoras (luego corregida) sobre la eventual destrucción de la disciplina fiscal brasileƱa. Chile en lugar de Brasil deberĆa ser el destino privilegiado de la inversión extranjera mientras se especulaba cuĆ”les eran los ingredientes del peor escenario posible.
Las encuestas licuaron la confianza económica en Brasil y Lula, sin mayorĆa probable en el Congreso, deberĆa iniciar el 2003 controlando el pĆ”nico antes que promoviendo la distribución con un respaldo popular saturado de ideologĆa.
En lugar de ello, luego de ganar en segunda vuelta en octubre del 2002, Lula llamó a un pacto social, llamó al diĆ”logo a gremios y sindicatos pidiendo concesiones a todos empezando por su programa económico pero sin sacrificar polĆticas sociales. El imperativo de restaurar la confianza sugerĆa un gabinete amplio cuya disciplina económica y antinflacionaria deberĆa quedar subrayada en el Banco Central: Henrique Meirelles, del āimperialistaā BankBoston fue designado presidente de la institución.
En el 2002 Brasil apenas creció 1.4%, la inflación aumentó 12.5%, la inversión interna bruta descendió -4.1% y las importaciones cayeron -12.4% segĆŗn la CEPAL. Ciertamente Lula pudo ahorrarle al paĆs ese costo dialogando antes.
Pero el pueblo brasileƱo pudo por lo menos elegir entre Ć©l y el candidato del PSDB, el partido que inauguró la modernidad en el segundo ciclo democrĆ”tico brasileƱo de la postguerra. Aunque Ć©ste no es el caso del PerĆŗ hoy, bien podrĆan los candidatos arribar a un acuerdo de gobernabilidad económica mĆ”s temprano que tarde.




