Versión Corta de las Perspectivas del Sistema Internacional
- Alejandro Deustua
- 24 dic 2013
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El 2013 culmina consolidando la perspectiva de crecimiento latinoamericano a menores tasas (2.6% este aƱo y 3.2% el próximo āCEPAL-) aunque con desempeƱos heterogĆ©neos (el caso del PerĆŗ con 5.2% este aƱo y 6% el 2014). El trĆ”nsito hacia economĆas mĆ”s diversificadas debido a la menor demanda de commodities no parece asegurado a la luz de la renovada importancia del sector primario en el contexto de una recuperación de los paĆses desarrollados.
En Ć©sta sobresale la de Estados Unidos (2.5% el 2014 con independencia energĆ©tica al alza) seguida por la europea (1.1%) y un menor crecimiento de China (7.5%). Con la economĆa global creciendo 2.9% en el 2014 (vs 2.1% este aƱo) la perfomance de los paĆses en desarrollo vuelve a estar correlacionada con la de los mĆ”s avanzados mientras los BRICS disminuyen su potencial como motores del crecimiento global (Brasil crecerĆ” sólo 2.6% el próximo, Rusia 3%, SurĆ”frica 2.9% y la India 5.1% segĆŗn el FMI).
Este reajuste del sistema económico va acompaƱado del incremento del poder de China y Rusia en el proceso de multipolarización acompaƱado del incremento de su influencia. Las disputas por la creación unilateral de una zona de identificación de defensa aĆ©rea en el Mar del Este de China (que desafĆa a Japón, Corea del Sur y Estados Unidos) y la influencia rusa en Ucrania en pugna con la europea lo demuestra.
En ese contexto, la presencia de Rusia en el Medio Oriente se ha fortalecido en un escenario donde la alternativa diplomÔtica se ha priorizado sobre la militar para tratar de poner fin a la guerra civil en Siria y a la proliferación nuclear en IrÔn.
En ese proceso el rol de Estados Unidos sigue siendo indispensable pero su rol y la mutante red de alianzas en el Ć”rea absorbe energĆa a su aproximación al Asia como nueva prioridad. En el sudeste asiĆ”tico deberĆ” enfrontar un nuevo escenario de desorden interno que complementa el incremento de la proyección de poder china en el Ć”rea.
En ese contexto el peso económico de los bloques regionales serĆ” matizado por la negociación de acuerdos interregionales (los acuerdo transpacĆfico y transatlĆ”ntico) y un nuevo umbral para la Ronda Doha en un contexto de incremento de barreras no arancelarias y un dĆ©bil comercio internacional (2.5% este aƱo y 4.5% el próximo segĆŗn la OMC).
Estos resultados no ayudan suficientemente a la gobernabilidad del proceso de globalización cuya continua evolución estÔ lejos de desprenderse de la realidad de los Estados. Si la complejidad de la interdependencia se ha incrementado también lo han hecho los esquemas de balance de poder.
En ese contexto emergen nuevas tendencias nacionalistas en Europa (dƩbil) y Asia (fuertes) complicadas por escenarios internos de creciente conflictividad (incluyendo a AmƩrica Latina).
La cooperación y la integración como tendencia se instalan en ese marco y sus polĆticas deben tener en cuenta esas realidades a partir de escenarios mĆ”s proclives a ella como la Alianza del PacĆfico.




