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  • Alejandro Deustua

Recuperación en Salmuera

Según los últimos reportes de la OECD y del FMI sobre el panorama de la economía global, la recuperación global continúa. La diferente calificación de esa evolución (“estable” para la OECD y “desigual” para el FMI) no pareciera establecer discrepancias preocupantes entre ambas evaluaciones.


En consecuencia, ¿deberíamos concluir que, al respecto, el panorama es diáfano y que el riesgo asociado ha disminuido?.


Ciertamente no. Especialmente en asuntos que atañen a los países desarrollados que, se supone, han retomado su rol de locomotoras del crecimiento desplazando a los países en desarrollo (cuyo liderazgo ha seguido perdiendo terreno debido a su deteriorada perfomance).


Entre esas locomotoras la única que tiende a consolidar su rol en perspectiva es Estados Unidos.


En efecto, con un crecimiento interanual de 4% en el segundo trimestre del año (luego de haber logrado 2.1% en el primer trimestre), un desempleo con tendencia a la baja en los alrededores del 6.2% y la vista puesta la reducción del déficit público, la primera potencia despunta entre sus pares occidentales y asiáticos. Si no fuera porque estos resultados indican que el tapering va tomando pista (y, con él, un probable incremento de intereses entre el tercer trimestre y el 2015), ésta sería una estupenda noticia. Ahora es sólo buena.


Lamentablemente, no ocurre lo mismo en el caso de las dos tradicionales locomotoras de la Unión Europea: Francia y Alemania. En ellas el caso alemán es el más preocupante debido a que su indiscutible superioridad económica en el área ha sido castigada por una contracción de -0.2% en el segundo trimestre que contrasta con crecimiento de 0.7% en el primero (y que ocurre por primera vez después del 2012) (Reuters).


Además de un descenso en las inversiones, la contracción se debe a una caída de las exportaciones. Este síntoma no es benigno en tanto alrededor del 25% del PBI alemán depende de las ventas al exterior de las cuales aproximadamente 60% están orientadas a un mercado europeo que, a su vez, no recupera el dinamismo suficiente para absorber el potencial del segundo exportador mundial.


De otro lado, las exportaciones alemanas a Rusia caerán alrededor de 20% de un total de 4% que Alemania coloca en ese país (DW) como consecuencia de la crisis de Ucrania. Y si esa crisis sistémica ha afectado también el clima de inversiones (las empresas alemanas en Rusia no son escasas), se entenderá que ésta es un factor de distorsión económica mayor (que algunos, en países como el Perú, pretenden descartar).


Y Francia, que crecerá por debajo de la mitad de lo esperado (0.5% este año y apenas 1% el próximo según las autoridades francesas) ya ha establecido que no podrá cumplir este año ni el próximo con las metas de reducción del déficit (que debería situarse ya en torno del 3%). Al respecto el gobierno francés ha demandado de la Comisión Europea, otra vez, que contribuya a fortalecer el proceso de recuperación (EP).


Así mismo Japón, la tercera economía del mundo, ha interrumpido el momentum de la recuperación (OECD) -o quizás su optimismo abeconómico ha perdido sustento-, si se considera que en el segundo trimestre su economía se contraído -1.7% (en contraste con el impulso de 1.5% del primer trimestre).


La contracción ha ido acompañada de una caída de -1.8% de las exportaciones (siendo Japón también un país exportador, por excelencia) y una más notable contracción de las importaciones (-20% en el segundo trimestre). Ello indica que el consumo ha sido afectado por otra de las innovaciones del Primer Ministro Abe: el incremento de 5% a 8% del IVA (EP). En consecuencia, es de esperarse un nuevo estímulo monetario en el transcurso del año.


Y, aunque China no es un país desarrollado, ciertamente es una locomotora global. Por ello referimos su problemática. En el tránsito hacia una nueva política económica menos concentrada en las exportaciones, China ha logrado el objetivo de crecer 7.5% en el primer semestre en línea con el objetivo para el resto del año (que implica también el temor de caer a 7.2%).


En el camino, sin embargo, se ha topado con los primeros defaults corporativos en un contexto de fuerte incremento de la deuda fundamentalmente interna (200% del PBI). Algunos consideran que estos niveles de endeudamiento no son un problema si se los compara con los países desarrollados (TE). Pero la comparación con los niveles de los países en desarrollo indica otra cosa. Más aún cuando son los bancos estatales los que financian. Ello sugiere que China podría estar ingresando en terrenos financieros demasiado conocidos por los latinoamericanos.


Si bien la recuperación global liderada por los desarrollados podría presentarse en el segundo semestre, la perfomance será menor a lo esperado (y la fuerza de arrastre también).


Al respecto no parece demasiado pedir que la recuperación del crecimiento de economías como la peruana deje de concentrase excesivamente en la puesta en marcha de grandes proyectos de necesarias exportaciones mineras como viene ocurriendo.



Fuentes: OECD: Composite leading indicators continue to point to stable growth momentum in the OECD area August 11 2014:


IMF: World Economic Outlook Update: An uneven global recover continues July 24. 2014


The Economist, Reuters, Deutsche Welle, El País


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