La Reinserción Colombiana
- Alejandro Deustua
- 25 jun 2010
- 2 Min. de lectura
El trĆ”nsito de Colombia de un Estado cuasi-fallido en el 2002, segĆŗn el lugar comĆŗn de la Ć©poca, hacia un Estado viable en el 2010 bajo el liderazgo Ćlvaro Uribe es indisputable. Ello explica el 60% de aprobación del presidente saliente y el 69% del voto obtenido en segunda vuelta por su sucesor, el presidente electo Juan Manuel Santos.
Esta victoria del Estado colombiano, canalizada democrĆ”ticamente y asentada en la prioridad de la seguridad ha reducido sustancialmente la amenaza existencial del terrorismo y del narcotrĆ”fico. La recuperación del Estado ha permitido la expansión del mercado generando confianza en el inversionista (US$ 10 mil millones de inversión extranjera en el perĆodo segĆŗn algunas fuentes), incremento exportador (a pesar del impacto del cierre del mercado venezolano) y relativa estabilidad macroeconómica aĆŗn en la crisis.
A pesar de que esos logros van acompañados de un alto grado de informalidad (60%), de desempleo (13% el año pasado), un coeficiente Gini demasiado elevado (58), una proyección de crecimiento por debajo del promedio regional (2.5% para este año) y de elevados niveles de corrupción, las ganancias de estabilidad democrÔtica son considerables.
En este contexto buena parte de la tarea del seƱor Santos consistirĆ” en replantear los tĆ©rminos de la inserción internacional de Colombia reprimida hasta hoy por los costos de la guerra interna. Ello implica aprovechar las aĆŗn existentes oportunidades de la internacionalización económica, mejorar la convergencia con el derecho internacional (especialmente en el campo del derecho humanitario) y redefinir la polĆtica exterior ahora excesivamente vinculada a las alianzas de seguridad sin abandonar la relación especial con Estados Unidos.
SegĆŗn un diagnóstico elaborado con el patrocinio de la CancillerĆa colombiana el reposicionamiento estratĆ©gico de Colombia parte por reconocer que la polĆtica exterior colombiana āatraviesa por una de sus peores crisis en mucho tiempoā a causa de la guerra. Corregirla implicarĆ” la redefinición de sus intereses nacionales.
SegĆŗn la plataforma del presidente electo Ć©stos tendrĆ”n por objetivo alcanzar la paz hacia el 2014, impulsar la cooperación regional y fortalecer la competitividad de la economĆa colombiana (convirtiĆ©ndola en un polo de desarrollo que otorgue prioridad al factor conocimiento y en una potencia exportadora de alimentos).
Si ello supondrÔ preservar la relación estratégica con Estados Unidos y el sustento de socios como el Perú, Chile, Costa Rica, México y CanadÔ, esa relación deberÔ también diversificarse. Esta función implicarÔ el desarrollo de una relación de respeto muto con Venezuela, la generación de confianza con Ecuador, la prevención del deterioro con PanamÔ (por operaciones necesaria en el Tapón del Darién), la institucionalización de mecanismos de relación con Brasil y la readopción de su presencia caribeña.
SimultĆ”neamente a este reposicionamiento en la región, Colombia se aproximarĆ” a la Cuenca del PacĆfico y al tratamiento de la agenda multilateral (especialmente en medio ambiente).
El proceso de reinserción colombiano generarÔ ajustes estratégicos en el Ôrea. El Perú deberÔ contribuir a que aquél tenga éxito en tanto generarÔ estabilidad hemisférica y fortalecerÔ la proyección de nuestros propios intereses.




