El âNuevo Normalâ en el PerĂș y la EconomĂa Regional
- Alejandro Deustua
- 9 may 2014
- 2 Min. de lectura
La Bolsa de Valores de Lima ha recuperado las pĂ©rdidas del primer trimestre justo cuando los riesgos del âtaperingâ parecen menores (el estĂmulo monetario norteamericano no serĂĄ retirado tan prontamente), el riesgo de la desaceleraciĂłn China adquiere una nueva prioridad (aunque un 7.3% parezca mejor sustentable que la perfomance de dos dĂgitos pasada) y cuando la economĂa peruana, que crecerĂĄ este año 5.5% segĂșn la CEPAL, se encamina nuevamente a compartir el liderazgo regional (a pesar de las advertencias de que este tipo de perfomances no son sostenible sin reformas estructurales âeducaciĂłn, infraestructura, etc.- que, por definiciĂłn, son de largo plazo).
Las buenas noticias bursĂĄtiles siempre son estimulantes (especialmente si las malas han dominado el 2013) siempre que no incrementen expectativas que las distancien de la evidencia de la economĂa real (p.e. un cierto decaimiento de la confianza) o del marco de referencia inmediato (una perfomance regional de 2.8% para AmĂ©rica Latina este año).
La economĂa peruana no tendrĂĄ una perfomance excepcional este año por la sencilla razĂłn de que tiene un alto grado de inserciĂłn en la economĂa internacional y Ă©sta ha ingresado a una etapa de lento crecimiento ânormalâ expresada en menor demanda relativa.
Ello indica que las etapas de alto crecimiento global (4.8% para el quinquenio 2003-2007) serĂĄn reemplazadas por una salida de la crisis (ciertamente, una buena noticia) a niveles que no superarĂĄn globalmente el 3.9% en el perĂodo 2014-2019 (CEPAL) mientras que el comercio internacional que, mejorando a partir del 4.3% este año, estarĂĄ lejos de las tasas de 9% del 2004 p.e.
De otro lado la ânueva normalidadâ tambiĂ©n muestra que creciendo a tasas menores que los emergentes (3.6% vs 4.9%) la contribuciĂłn al crecimiento global por los desarrollados serĂĄ mayor que la de las economĂas en desarrollo (lo que implica una inversiĂłn del patrĂłn innovador de hace un par de años).
Si bien este escenario muestra un mayor consumo per cåpita en la región (señalando el incremento de la clase media), los términos del intercambio tienden a ser negativos (-1.8% el año pasado) con un balance de ventas que favorece mås a los latinoamericanos que dependen mås del mercado norteamericano que a los que se orientan mås al mercado asiåtico.
En ese marco los latinoamericanos deberĂĄn afrontar la nueva prioridad de la inequidad. Ello implica un mayor gasto pĂșblico que tenderĂĄ a complicar el equilibrio fiscal en tanto los ingresos por el mayor rol de la demanda interna no surgirĂĄn de la misma en las dimensiones pasadas.
Una vez finalizada la bonanza debemos reexaminar los escenarios de integraciĂłn regional (que son mĂĄs estrechos) manteniendo la inserciĂłn externa y atrevernos a un cambio de matriz productiva.




