Deuda, Argentina y Recesión
- Alejandro Deustua
- 25 may 2020
- 2 Min. de lectura
Argentina ha ingresado en su noveno default al postergar el pago de US$ 500 millones en intereses sobre bonos. Sin embargo, tambiĆ©n ha prorrogado la reestructuración de su insostenible deuda de alrededor de US$ 65 mil millones. Ello ocurre cuando la ONU ha expresado su apoyo a los paĆses de ingresos medios altos para que Ć©stos sean considerados candidatos a beneficiarse de algunas de las facilidades implicadas en la eventual suspensión del servicio de la deuda de los paĆses de menores ingresos.
Mientras esta Ćŗltima iniciativa ha logrado el consenso del G20, el Banco Mundial y el FMI, Argentina negocia una nueva āquitaā del valor de sus bonos que oscilarĆa entre 60% (propuesta argentina) y 40% (propuesta de los acreedores).
Dado el mejor talante negociador este recorte no parece un remedo de la amputación kirchnerista de principios de siglo lograda en un marco coercitivo. AdemÔs debemos recordar la extraordinaria generosidad con que el FMI facilitó al gobierno del presidente Macri alrededor de US$ 50 mil millones generando la corresponsabilidad consecuente.
De otro lado, el encargado de los asuntos hemisfĆ©ricos del FMI ha advertido que la recesión actual podrĆa resultar en una nueva ādĆ©cada perdidaā para la región (2015-2025). Estos funcionarios no suelen recurrir a metĆ”foras catastróficas como la que en los 80 generó la crisis de la deuda.
QuizĆ”s lo hizo para subrayar el marco recesivo global agravado el por exceso de deuda. En efecto, la deuda global tiene una relación deuda/producto de 320% sumando un total de US$ 253 millones de millones. De ese monto los paĆses emergentes son responsables de āsóloā US$ 72 millones de millones con una ratio de 225% (IIF, 3er cuatrimestre 2019). La mayor parte del resto corresponde a los paĆses industrializados.
En comparación, PerĆŗ (34.7%), Colombia (42.7%) o Brasil (32%) (CEIC) tenĆan bajos niveles de deuda/PNB nominal a fines de 2019, un ratio mucho menor al del promedio de las economĆas emergentes. Argentina, en cambio rondaba el 90% pero por debajo de Estados Unidos que presentaba un ratio de 97% con fuerte tendencia al alza y la Unión Europea 122% (CEIC).
Es evidente que ese cuadro de solvencia externa puede contrastar con la capacidad de pago de nuestros paĆses. Especialmente si la pandemia ha puesto a alrededor de 90 Estados en las ventanillas de urgencias del FMI complicados por sus desequilibrios de balanza de pagos e incapacidad de generar desarrollo sustentable mientras los paĆses desarrollados se financian vĆa emisión de millones de millones a muy bajos intereses (EEUU) o prĆ©stamos colateralizados con bonos nacionales (UE). En ese marco, es evidente que el problema es global y como tal debe ser afrontado.
Es en ese contexto que se debe ver el nuevo problema de la deuda. Y tambiƩn el de Argentina. A pesar de su cuestionable historia crediticia, ella debiera lograr un arreglo con sus acreedores para que el problema regional no agrave el problema global. Puede que Ʃse sea tambiƩn el criterio de la ONU, del G20 y del FMI bajo las circunstancias.




