FED: La Decisión Correcta
- Alejandro Deustua
- 19 sept 2007
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El banco central de Estados Unidos (el FED) ha hecho lo correcto al rebajar la tasa de referencia de 5.25% a 4.75% (y tambiĆ©n la de descuento de 5.75% a 5.25%). Con esa medida esperada por la gran mayorĆa de los agentes económicos (aunque hubiera discrepancia en los montos) ha devuelto parcialmente la confianza a los mercados financieros luego de que la crisis hipotecaria contrajera el crĆ©dito y amenzara con expandir su efecto corrosivo sobre la economĆa real. El efecto global de la medida se ha reflejado en la fuerte reacción alcista de los mercados bursĆ”tiles y en un respiro para los ministerios de EconomĆa.
La medida ciertamente ha sido difĆcil de adoptar teniendo en cuenta las presiones inflacionarias que se presentan en la economĆa norteamericana y el costo del "daƱo moral" que implica salvar a los especuladores que inflaron, con conocimiento de todos, la burbuja hipotecaria (y bursĆ”til) ganado billones a costa de la estabilidad del mercado.
Pero, a la luz del impacto de la crisis en el crecimiento de la principal economĆa nacional del mundo y de la posibilidad de que el crĆ©dito siguiera contrayĆ©ndose el problema dejó de ser micro (el de los especuladores) para volverse ostensiblemente macro y de alcance global. Es evidente que en ello hubo "miedo" (Greenspan). Pero el "miedo", como su ausencia, tambiĆ©n son factores económicos.
Al respecto debe recordarse que el FMI, que en julio habĆa revisado al alza su proyección del crecimiento mundial de 4.9% a 5.2%, ya habĆa informado de una nueva corrección a la baja. En relación a Estados Unidos el estimado pasó de 2.8% a 2.2% para este aƱo y para la Unión Europea la proyección transitó de 2.5% a 2.3% (ello a pesar de los sucesivos incrementos de la oferta monetaria en euros que deseaba compensar el mantenimiento de las tasas de interĆ©s por el Banco Central Europeo).
En medio de esa turbulencia las expectativas de recesión en Estados Unidos (a pesar de la rebaja de la tasa de descuento realizada a mediados de agosto), se incrementaron del 35% original aunque sin superar el 50% segĆŗn Alan Greenspan. Por lo demĆ”s, a la rigidez del crĆ©dito se sumó el incremento de la tasa de desempleo en julio mientras que el Ćndice de precios al productor no bajaba suficientemente a pesar de una mĆnima reducción del precio del petróleo en ese mes (que hoy ya estĆ” en US$ 82).
Reducir las tasas, sin embargo, no fue una opción tan evidente precisamente por el impacto inflacionario del precio del petróleo al que se sumó, según Greenspan, la erosión de la interdependencia y de la productividad globales. Ello generaba una pérdida de los términos de competencia que actúa como un instrumento antiinflacionario.
De allà que el FED haya sostenido que se mantendrÔ alerta frente a este riesgo. Ello, sin embargo, no ha eliminado las expectativas de mayores reducciones de la tasa de referencia. Por lo demÔs, el FED ha dejado abierta esa posibilidad al asegurar que se mantendrÔ vigilante también en relación a la incertidumbre presente aún en el mercado.
El conjunto de estas variables indican que hemos ingresado a una nueva fase del ciclo económico en la que el crecimiento moderado en Estados Unidos, antes que uno mayor, serÔ el principal objetivo. Para empezar, la etapa de incremento antinflacionario de las tasas de interés de 1% a 5.25% entre el 2004 y el 2006 ha terminado.
Como es evidente, todo ello tendrĆ” consecuencias para AmĆ©rica Latina. A pesar de que los agentes bursĆ”tiles se esmeran en demostrar que la economĆa peruana es menos vulnerable a los desarrollos de la economĆa norteamericana y mĆ”s sensible a los de China e India, el hecho indiscutible es que la Bolsa de Valores de Lima ha sumado pĆ©rdidas cuantiosas en el Ćŗltimo mes y que el Ministerio de EconomĆa ya ha redefinido la proyección de crecimiento nacional del próximo aƱo a 6.2% (para recuperarse luego) en la presentación del Marco Macroeconómico Multianual 2008-2011.
Nuestra economĆa seguirĆ” creciendo impulsada por la inversión y sectores como la construcción y la industria pero la caĆda relativa de las exportaciones tendrĆ” un impacto moderador de ese impulso. De allĆ que requiramos el acceso franco al mercado norteamericano a travĆ©s del TLC al tiempo de salvaguardar el mercado de una influencia excesiva de los factores de contagio y de diversificar nuestros mercados.
Para mantener el impulso generador de riqueza se requiere sostener el curso de la disciplina económica que aliente la inversión local, atraer mucho mÔs inversión extranjera e incrementar la eficiencia del Estado en el gasto controlado. Ello, sin embargo, debe ser complementado con un mayor esfuerzo multilateral para coordinar medidas que atenúen los riesgos globales (los desequilibrios de balanzas de cuenta corriente, el fuerte incremento del precio del petróleo y, ahora, la devaluación del dólar que, si favorece las exportaciones, también genera inflación). El FMI lo sabe. Ahora necesita poner en prÔctica ese conocimiento de una manera mÔs participativa.




