Como se veía venir en las últimas semanas, el Presidente de Bolivia Carlos Mesa al iniciar el nuevo año, ha trazado las líneas fundamentales de su gobierno en el campo interno hasta el 2007 y ha marcado fuertemente el acento en su política externa. Para ello ha podido alcanzar recientemente significativos apoyos de varios mandatarios latinoamericanos y personalidades internacionales, mas expresiones de apoyo y simpatía implícitas por parte de otros actores políticos del escenario regional. Sobre esta base de sustento, ha formalizado nuevamente el pedido a Chile de "restituir" su soberanía marítima. Al mismo tiempo, ha solicitado al Perú "facilitar" la consecución de su propósito a través de una "respuesta positiva si fuese menester".
El Presidente de Bolivia al mismo tiempo, ha enfatizado que la estabilidad del cono sur del continente, puede sufrir riesgos apreciables. Cualquier posibilidad de esta naturaleza podría atentar contra la estabilidad de esta parte de América, precisamente cuando se realizan múltiples esfuerzos bilaterales y multilaterales por alcanzar mayor cooperación e integración regional frente a desafíos de orden económico y comercial que impone a América Latina el mundo globalizado y altamente competitivo de hoy.
Para el escenario político boliviano, la nueva exigencia a Chile viene progresivamente trasladando el fermento social de las protestas populares del mes de octubre último, que forzaron la caída del Presidente Sánchez de Lozada, hacia un propósito común y aglutinador de reivindicación nacional como es la salida soberana al Pacífico. Un elemento fundamental para su desarrollo nacional.
La aspiración boliviana ha tenido nuevamente una respuesta negativa de Chile, donde prácticamente se ha dado inicio a un proceso electoral que podría llevar a La Moneda -según recientes encuestas- a un Presidente de derecha, que sería el primero de esta tendencia desde que el General Augusto Pinochet dejara el poder en octubre del año 1988. No deja de ser interesante anotar que en el sector de centro izquierda que encabeza el Presidente Ricardo Lagos, existe una contienda por elegir al candidato de la Concertación política que los agrupa, entre dos mujeres que disputan la postulación. Ambas Ministras con carteras de alguna manera vinculadas en Chile, con el tema de la reivindicación boliviana: la Ministra de Relaciones Exteriores es la militante demócrata cristiana Soledad Alvear, que recibe el reconocimiento por recientes éxitos en las negociaciones económicas del TLC con Estados Unidos y la Ministra de Defensa Michelle Bachellet, socialista, destacada en la prensa continental últimamente por las millonarias adquisiciones de armamento que realiza Chile en la actualidad.
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