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Alejandro Deustua

Integración Peruano - Boliviana - Chilena

Las posibilidades de integración entre el sur del Perú, el occidente boliviano y el norte chileno han venido siendo estudiadas por académicos de los tres países. Las soberanías nacionales no han sido puestas en cuestión al tiempo que los intereses nacionales de los tres países se han incorporado explícitamente a los trabajos.


Los requerimientos de complementación económica, de integración física, de prospección de ventajas competitivas, la proyección conjunta sobre el continente y sobre el Pacífico, la cohesión de una región que estuvo anteriormente articulada y que hoy se atomiza en relaciones bilaterales y la necesidad de vitalizar el área en el marco de la satisfacción de objetivos nacionales han sido los propósitos explícitos de los trabajos. Éstos han empezado por una evaluación de las respectivas percepciones nacionales en relación al vecino y han continuado con la indagación de los intereses nacionales y trabajos sectoriales realizados desde la perspectiva de cada una de las instituciones participantes.


Aquí se presentan, desde el punto de vista de un académico peruano, el segundo punto.


3.- Los Intereses Peruanos.-

En lo que toca al presente encuentro debe recordarse que los puntos que van a tratarse han sido enunciados en anteriores oportunidades aunque desde otro punto de vista. Su dimensión política es evaluada desde la perspectiva académica y, por tanto, no compromete al gobierno del Perú.


En lo que hace a los intereses nacionales involucrados en este proyecto debe reiterarse que el primero concierne a la restauración de la unidad económica de Tacna y Arica. La proyección de ese interés implica la recomposición productiva de la unidad económica Tacna-Arica. De ninguna manera este punto involucra reivindicación de soberanía.


El segundo interés a considerar es el desarrollo del sur del Perú entendido en su propia especificidad articulada con la singularidad de las áreas vecinas en Bolivia y Chile.


El tercero consiste en la consolidación fluida de la relación entre el altiplano y el mar. Esta aproximación geopolítica es una de las principales variables de la cooperación tripartita en la zona. Se trata de una aproximación integradora en la que el enfoque geopolítico de las tres partes puede concurrir. De ninguna manera puede entendérsela como una aproximación conflictiva.


3.1.- Sustentación de los intereses peruanos.-

En cuanto a la unidad económica de Tacna y Arica, se debe poner el acento en las complementariedades pero también en aquellos puntos que vayan más allá de éstas. Aquí hay dos variables adicionales a considerar: la de las identidades y la de los factores de conflicto. El trabajo debe afrontar tanto lo que nos vincula como lo que entorpece una buena relación en la zona con el propósito de su mejor tratamiento. Sería imprudente iniciar un trabajo como el que se pretende considerando sólo los puntos de aproximación e ignorar el lado de los obstáculos. De ocurrir así, luego éstos aparecerán en el camino sin que el grupo cuente con elementos de prevención y de eventual solución.


Un primer punto concierne al interés peruano por el restablecimiento de la unidad económica Tacna-Arica, comprende el aprovechamiento eficientemente las facilidades peruanas en la zona, que hasta ahora no arroja resultados visibles. Además debe mejorarse el régimen de libre tránsito y establecer mecanismo claros para la fijación de puestos de control.


De otro lado, aunque los avances andinos en materia de libre tránsito y del régimen fronterizo desde el punto de vista de la liberalidad ya han sido mencionados y no correspondan exactamente al tema de la unidad económica entre Tacna y Arica, a la luz de la experiencia inmediata que causó el desentendimiento diplomático peruano-boliviano y los flujos migratorios (cuyas magnitudes ya conocemos, especialmente los que van del Perú hacia Bolivia y hacia Chile), debiera examinarse el tema también desde el punto de vista del control. No es seguro que los SEBAF aseguren un política de control de tránsito de personas que eviten consecuencias que hemos experimentado hace una par de meses. Esto implica una mejora en el trato de parte de las autoridades receptoras y una mayor eficacia en la detección de los elementos criminales en el origen. Ello corresponde también al acápite de seguridad que se contempla en este proyecto.


En cuanto al segundo interés peruano -el que concierne al beneficio de sur del Perú-, es necesario determinar la especificidad regional -más allá de su configuración ideal- de manera convergente con la concepción regional de los vecinos con el propósito de tener una noción conjunta de lo que significa una región, cuáles son sus variables y complementariedades reales antes que ideales. Para ello deberíamos poder definir, de manera conjunta los elementos constitutivos de una región y no sólo las categorías departamentales que la integran. Es posible que dentro de esas reparticiones existan factores que no son propias de una región. Así como pueden haber otros que, estando subordinados -como por ejemplo los factores culturales-, deban ser considerados en su verdadera potencial constitutivo del espacio regional a trabajar. Los sectores económicos y las instituciones políticas capaces de ser incluidas en la región no son las únicas que definen el ámbito regional.


En lo que hace a la relación entre el mar y el altiplano es necesario definir sus interacciones e identificar a los actores que lo influencian determinantemente. En ese marco, los espacios influenciados constituyen un escenario que debemos investigar. Se considera necesario que el desarrollo de este acápite involucre dos etapas. La primera concierne a Tacna y Moquegua en el proceso de integración a la zona que vamos a tratar. Desde el punto de vista de la proyección altiplánica se considera que para el sur del Perú es fundamental la consolidación del núcleo de cohesión Arequipa-Puno. Una aproximación regional al tema no es sustentable si es que no se identifica, con propósito consolidador, un núcleo de cohesión mayor como centro de gravedad en cada país. En la sierra del Perú éste es el que articula Arequipa y Puno. En el mar es Tacna-Moquegua donde el tema principal es el tema es el portuario y el espacio marítimo.


En el altiplano y su área de influencia quizás el mecanismo que debiera concentrar la atención en el desarrollo del presente trabajo es el modelo de la Autoridad Autónoma para la regulación de la cuenca del lago Titicaca. Este es un modelo de gestión espacial excepcionalmente moderno que quizás contraste con la precariedad de la zona pero que ha funcionado magníficamente bien en beneficio de la cuenca y de Perú y Bolivia. Siendo el único mecanismo útil establecido en la zona para el manejo espacial, es necesario estudiar la posibilidad de su aplicación - en su actual versión u otra- a otros sectores.


El tema de los actores regionales merece especial atención. Se requiere al respecto identificar bien el carácter poblacional de la zona, especialmente en lo que hace a su dimensión étnica. Esta característica marca un punto de referencia muy importante en el desarrollo político de la zona.


En la perspectiva económica entre los agentes relevantes están las empresas y los empresarios en la zona más allá de que éstos estén o no aprovechando las ventajas comparativas de la misma. Los flujos interegionales-y el valor de los mismos- en función del potencial valor agregado que puede brindarse en la zona contribuirá sustantivamente al trabajo.


Entre los representantes políticos relevantes de la zona están las entidades públicas y administrativas además de los respectivos representantes con fuerte incidencia en la región. Aquí es necesario estudiar la complementariedad que pueda desarrollarse y establecerse entre ellos.


Obviamente, el otro actor importante es la fuerza armada y la fuerza policial establecida en el área. Las interacciones entre las instituciones de las tres nacionalidades deben estudiarse tanto en función de los procesos que se establecen entre esas fuerzas como en función de la intensidad y constancia con que se producen esas interacciones. Estudiar las circunstancias, la estabilidad o inestabilidad de las interacciones y analizar sus modalidades es un ejercicio indispensable.


La incidencia de los diferentes agentes del sector público en la región podrá medirse quizás en términos de la cooperación institucional establecida a través de convenios existentes en la zona. Ello requerirá una ardua tare de evaluación y cuantificación de las interacciones y de los requerimientos correspondientes.


Los escenarios determinantes - el altiplano, el desierto y el mar- deberán ser estudiados en su propio contexto y a través del uso que los agentes dan a esos espacios. Esto tiene una proyección tanto geopolítica como ambiental.


Las zonas de aprovisionamiento, que no son externalidades, conciernen a las áreas vinculadas de Brasil, Argentina y el oriente boliviano. Esas zonas no pueden ser consideradas como aleatorias en tanto ellas generan una significativa oferta exportable. Dada su magnitud, su capacidad de alimentar la zona trinacional y de fomentar la cooperación en el manejo de la oferta proveniente de la zona de aprovisionamiento los agentes económicos de la misma así como las autoridades políticas relevantes deben ser identificados con el propósito de buscar una vinculación activa con ellos.


Para evaluar mejor la proyección de la zona de aprovisionamiento hacia el continente y hacia el mar se debe analizar cuáles son las mejores vías de interacción con el Cono Sur con especial atención a la infraestructura física. Aquéllas se refieren a los mandatos del Convenio Andrés de Santa Cruz, a la hidrovía Paraná-Paraguay, a las carreteras bioceánicas y las que sean relevantes para la interacción regional según la identificación realizada por los ministros de transporte y comunicaciones suramericanos (IIRSA).


En el ámbito marítimo, puede adelantarse que en el ámbito de la Cuenca del Pacífico será difícil separar el tema estrictamente político del tema económico. Por ejemplo, los condicionamientos geopolíticos de la Cuenca no pueden ser adecuadamente evaluados prescindiendo del impacto desestabilizador que produce la recesión y los efectos subyacentes de la crisis asiática de 1997 (si con posterioridad a la reunión se constató un impulso reactivador en la zona, es igualmente necesario estudiar el fenómeno). Ello es especialmente importante en el sur del Asia (p.e. los casos de Indonesia y Filipinas) y de Japón. Ese tipo de problemática no puede estudiarse en compartimentos estancos económicos o políticos. (Con posterioridad a la reunión, la crisis del 11 de setiembre puso de manifiesto las necesidad de estudiar el impacto desestabilizador del conflicto de Afganistán en la India, Pakistán y China como potencia medias con fuerte impacto en la zona asiática de la Cuenca del Pacífico).


A este componente de seguridad extraregional debe agregarse los elementos de seguridad interna como lo son, entre otros, las medidas de fomento a la confianza y las instituciones que las llevan a cabo. Al respecto, es necesario hacer un catálogo de los regímenes existentes porque no son de dominio público. Parte de la definición de confianza radica en su visibilidad para los actores relevantes. Hoy esa visibilidad es aún insuficiente con una cuestionable tendencia hacia el ámbito de la reserva.


Asimismo es necesario evaluar cómo operan las reuniones entre las respectivas Fuerzas Armadas en la zona, con qué periodicidad se dan estas reuniones y cuáles son sus agendas. En este marco, el tema del desminado es muy importante para Perú, Bolivia y Chile.

De este acápite no puede excluirse los términos de relación entre las respectivas fuerzas policiales especialmente en su comportamiento cooperativo en relación al crimen organizado. Aquí debe concentrarse la atención en las acciones conjuntas o singulares contra el narcotráfico, el contrabando y las bandas, especialmente aquellas que trafican armas cortas y el terrorismo.


De otro lado, el tema de las migraciones no debe considerarse solamente como un tema social. Es un tema político y es un tema de seguridad. Es necesario estudiar los impactos que estas migraciones causan a la vez que analizar sus causas y sus modalidades. El tema del arraigo poblacional es aquí de la mayor importancia. La migración en la zona no se entenderá bien si no se comprende que es el campo el que está expulsando al poblador. El IICA puede ser aquí de extraordinaria ayuda con el propósito de sugerir política de incentivos a la fijación del poblador en su lugar de origen.


De otro lado, parece importante incluir el tema de los desastres naturales y la aproximación a los mismos como un interés compartido en la zona. Los desastres naturales son un tema de seguridad no convencional que es indispensable considerar. Es indispensable evaluar los mecanismos de cooperación que puedan establecerse autónomamente entre los responsables del sur del Perú, del norte de Chile y del occidente de Bolivia, de manera que no se tenga que esperar la ayuda de las respectivas capitales. Aquí sería necesario estudiar cómo se puede lograr apropiados niveles de aprestamiento.



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